Neko

sábado, diciembre 17, 2005

Segunda etapa

Calientito antes del amanecer me encargué de un detalle sin atender: la biela de mi bicicleta estaba a medio romper. El mecánico se encargó de terminarla de echar a perder, luego de intentarla cambiar sin éxito. La salida fue de la caseta de Paso Morelos con destino a Chilpancingo, 107 kilometros había que recorrer. Iniciando con una larga subida que fue escalada sin dificultad, luego columpios y mas subida hasta que llegamos a un tramo en reparación como de cuatro kilómetros, donde todo un lado de la Autopista fue exclusivamente ocupado por las bicicletas.

Después llegamos al puente colgante de un kmt: Mezcala, y efectuamos una parada en el mirador donde tomamos fotos, plátanos, gatorades, agua y sándwiches de mermelada. Yo también aproveché para colgarme de cabeza de un árbol y reacomodar mis vertebritas. Tenía como espectadores a 4 o 5 personas, una de ellas era Sabi, así que no queriendo parecer demasiado protagonista me bajé pronto luego de que se me salieron muchas cosas de los bolsillos, una de ellas la moneda de un peso que me encontré abandonada en la carretera.

Recuerdo que el año pasado iba agonizando del trasero y ya ni me quería subir pues cada vez que me bajaba me dolía muchísimo, y con la perspectiva de lo que faltaba de subida no podría bajarme a descansarlo... Así que ahí inició la subida mas larga de todo el recorrido, donde una buena parte abandonó por ese día el recorrido. El paisaje y el calor eran agrestes, las temperaturas eran bastante elevadas y probablemente si Freeman no me hubiera prestado sus lentes me hubiera dado una retinitis, pero 14 kmts adelante continuaron los columpios , predominando las subidas la ultima de ellas siete kmt antes de la entrada a Chilpancingo, donde esperaban autoridades del Instituto del Deporte de Guerreo, que este año le dieron gran importancia al evento.

Después de escuchar un largo discurso de un burócrata (amable sin embargo), realizamos escoltados por la policía de tránsito de Chilpancingo un paseo por varias calles de la capital de Guerrero y llegamos a la Unidad Deportiva Chilpancingo II donde había una manta de bienvenida. Nos instalamos en el Gimnasio culminando así la etapa mas pesada del recorrido.

Al bajar las maletas yo me desatornillé el arete y se me cayó la bolita. Tuve que pedirle al Diablo su linterna de buceo con la que finalmente apareció. Cuando la andaba buscando llegaron varias personas y me preguntaron qué buscaba. Muy a pesar de mi discreción tuve que confesar: buscaba una bolita así como ésta... y fue Yaritzi la que me preguntó si era de mi perforación. No pude negarlo pues me ofrecían su ayuda de 6 pares de ojos, y Sabi preguntó de dónde era mi perforación. Luego de una intensa y corta búsqueda Gregorio la encontró a un metro de donde nos encontrábamos y todos, especialmente yo, quedamos satisfechos.

Luego de un regaderazo frío (muy frío) que duró mas de lo aconsejable me puse mi pijama y mi hermana logró conseguir un colchón de aire que el Diablito no iba a usar. Decidimos cenar en la cafetería. Pedí un mole y lo acompañé de un litro de leche. Ella pidió unas enchiladas y luego nos retiramos a dormir, pero yo no tenía sueño, así que ya en pijama, luego de escuchar que Roberto y el Diablo tenían hambre decidí acompañarlos con un litro de leche mas. Primero salimos para que hablaran por teléfono y al llegar a la cafetería escuchamos las crónicas del bajaditas y Freeman. Esa vez nos dormimos temprano, un poco antes de media noche.

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