Clásico día de vagancia, llegué a la escuela, saludé y entré a clases, pero me encontré a Mariana y a Rebeca y me invitaron a acompañarlas a comer. Yo ya había dado dinero a Alex para que me comprara una torta y esperaba encontrarlo en el camino para que me la entregara. Comimos "donde siempre", en los puestos de la esquina donde antes era taquería.
Aquí en la foto sale Mariana. El problema es que como está a contraluz sale un poco obscura...

Y claro, no podía faltar que al examinar mi teléfono pregunten por la cámara y cómo se toman fotos y todo eso. La foto de aquí me la tomaron "in fraganti".Al salir de la escuela decidí caerle de sorpresa a Tahi, pero tristemente no estaba y decidí esperarla hasta que llegara. Fue entonces que se me ocurrió la travesura:

Mamá me entregó el regalo de mi abuelita que le trajo desde china a Mariana. Se trata de una pijama con el estilo regional propio de la zona. Como probablemente va a estar de malas cuando llegue, le pedí a mi prima Lupis en forma de travesura que se lo pusiera para ver cómo luce. No podía quedarme con semejante curiosidad.
El problema fue que su mamá le cayó de sorpresa y teníamos planeado ir al cine. La película que quería ver no estaba en el cine de allí del centro y por si fuera poco llegamos luego de que cerraron. Me enteré que no forma parte de la cadena que yo pensaba y en fin, para no frustrarme me puse a comer el hambre que no había satisfecho.

Un GRAAAN elote que me compre en el zócalo. Al señor del carrito le caímos bien, yo estaba muy de buenas diciendo muchas ocurrencias. También me compré un licuado de avena de a litro y una hamburguesa en una esquina, Tahi aún no se acostumbra a mi manera de comer cuando tengo hambre.

Después me enteré que mi suegra se molestó de que me haya quedado a dormir. Supongo que esas cosas pasan de vez en cuando.