Neko

lunes, abril 11, 2005

Papá me ha hecho sentir muy mal hoy en la mañana. El malestar no ha podido arraigarse completamente en mí, pero el amargo recuerdo de la cajetiza de la mañana me alcanza de tanto en tanto. Sigo sin internet, la sugerencia que le hice el día de ayer mientras regresábamos por la carretera no funcionó. Quiere que vaya a compunet. Mugre tacaño, si no hubiera conseguido la contraseña desde 1999 no hubiera tenido internet en casa. Parecería que mi desarrollo personal no le interesa gran cosa, aunque se que no es así. ¿Por qué es tan tacaño?...
Le podamos el limón a abi. Fue una tarea ardua, quedé con las manos destrozadas, pues a mí me tocó cortar las ramas en pedacitos para que cupieran en los botes y las bolsas de basura. En fin, no me fue tan mal, abi me dió $200, últimamente lo ha estado haciendo y he decidido ahorrarlos, pues los estaba disfrutando, pero ya necesito compu nueva, ésta ya se atora mucho y como tiene XP me desespera su lento desempeño. Ni siquiera puedo jugar pues el S.O. le consume la mayor parte de recursos. Me fuí con tío coquis para comprobar su red de telecable. Jala bastante bien, y de churro encontré una excelente página: www.gratislibros.com.ar
Ayer cuando íbamos por la carretera y le pedí que me contara algo pues no se me ocurría que decir, no lo pude sacar de su pesimismo. Que el sistema es injusto, que la basura, que fuchi, que wácala, etc. Y cuando íbamos entrando a cuerna y se le acabó el tema y las pestes y le pregunté cuál era su posición ante tatuajes y perforaciones me salió con la misma basura: que el sistema es una basura, que es corrupto, etc. Lo tuve que interrumpir para evitar escuchar la misma cantinela nuevamente pero no pareció gustarle, a pesar de saberse repetitivo.
Llegué como a las 12:45 y justo como prometí, le hablé a mamá, terminamos como a la 1:30 pero por alguna extraña razón no pude dormirme hasta las 3, razón por la que el día de hoy me desperté casi a las 10.
Afortunadamente me la pasé muy bien en la escuela. Me puse a filosofar con Luz, cosa que tenía muchísimo que no hacíamos y Cielo estaba deslumbrante. Los efectos de la dieta ya comenzaron a camb iar la forma de su cascarón. Cuando sin ganas, me regresé para pagar la colegiatura, resulta que mi papá no había llegado. Fué a dejar a Adi al aeropuerto, se fue con Lázaro a mochilear a Guatemala y salió a las 3:30 pero como se fué a comer "por ahí" pues se tardó mas. Cuando llegó me dijo que no tenía dinero, cosa paradójica pues el sábado sí que lo tenía y dudo mucho que se hubiera gastado $1737 el domingo, pero casualmente mi tío Luis le entregó el dinero recolectado del día, con lo que alcanzó. Conocí los billetes de $1000, están simpáticos, pero como llegué al banco a las 6:35, me tocó junto con los "sabriteros", que diariamente cuentan y depositan el dinero haciendo laaaaaaaargas colas en el banco, pues acaparan las únicas 2 cajas disponibles. Salí casi a las 7 y cuando regresé al taller papá enmendó sus palabras de la mañana, haciéndome sentir mejor al respecto. Habiendo sido insuficiente lo que había hecho en el día, me decidí a hablar por teléfono. Nuevamente la conversación con Luz se puso interesante, pero le dió sueño, así que quedamos que llegaría temprano el martes para continuarla.

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