Neko

jueves, agosto 24, 2006

Tahi ha venido a verme. En cuanto terminé la entrada anterior me metí a bañar y llegó. Salí a medio enjuagar y sin haber lavado mi cabello, todavía mojado y con la ropa puesta a la carrera para abrirle. De la conversación salieron muchas cosas. Me escuchó, yo necesitaba ese espacio. Parece que no andaba yo tan equivocado. El hecho de escucharme decidida y declaradamente implica que me acepte como un interlocutor válido. Eso significa que podría haber una disposición al diálogo o discusión y contraviene su posición de poder ante mi, o por lo menos su idea de poder. Que yo lo enfrente y lo confronte le mueve el tapete, dispara sus inseguridades, significa que su control es ineficaz ya que me estoy saliendo del huacal. La manera mas efectiva de re-establecer su autoridad es desacreditarme, desvalorizarme, humillarme, descalificarme. El argumento por excelencia es: "cuando tu seas papá y tengas tus hijos.... blah blah blah..."

Después salió una conversación bastante interesante respecto a un suceso inesperado ocurrido en la madrugada. Sus observaciones me han sido de gran utilidad.

No hay comentarios.: