Neko

jueves, agosto 24, 2006

Ay mi pobre padre! ¿o mi pobre yo? No! mi yo no es pobre!
Que triste que no me quiere conocer. Su interes en mi es puramente egoísta.
Tengo muchas ganas de llorar, pero es mas bien como ése nudo que no es en la garganta si no en algún lugar impreciso del abdomen.

Comenzando con un "no voy a llegar a dormir" inició una discusión que al principio no me interesaba por lo moralista. Pensé: "que bueno que tengo puesta la música de la compu, así no lo escucho debido a éso y no a que no quiera". Nuevamente un modelo que detesto: el usar una excusa para hacer algo que uno quiere hacer, a quien me conozca sabrá claramente que es un modelo de él.

Luego algo comentó que ya no quise quedarme en las escaleras y me acerqué a donde estaba él, en la entrada (lo que debería ser el vestíbulo. A partir de allí se puso interesante. La intensidad varió en función de muchas cosas, de mi rebeldía, de que lo estaba retrasando, de su stress, del tema, etc. Mariana lo intentó apurar pero en vista de que no se vislumbraba un pronto final decidió adelantarse a su natación.

Por lo que me dijo, aún no puede superar el que haya reprobado nuevamente el semestre. Sin apoyo de nadie y siendo una noticia tan reciente no le culpo. El problema radica en su visión de la vida, específicamente la mía. Me gustó su ejemplo pero lo transformaré para aclararme las cosas:
Yo soy como el pasajero en la balsa. La balsa es el conjunto de circunstancias que me rodea: posesiones, relaciones. En una gran medida, yo controlo 2 cosas: 1.- lo que tengo y a quién tengo. 2.- la dirección y giro de mi balsa. Conjuntamente, él es como el río. Puede apoyarme con la corriente, procurándome aguas tranquilas, etc. pero en caso contrario puede dar un giro brusco y sacarme del caudal. A partir de ése momento tengo que valerme por mis propios medios.

Vive aún en un mundo antiguo. Le parece mal que no llegue a dormir. Deduce cosas que no sabe con certeza y concluye ideas equivocadas. Le desagrada que "me premie viviendo una vida disipada". Le disgusta que me vaya tan bien, que esté tan satisfecho y tan contento. No se si eso
se llama envidia o simplemente es un desesperado e inútil intento de compartirme su perspectiva de lo que "no está bien".

¿que por qué no esta bien? Ay pues fácil! Porque él es el padre, porque él es el jefe, porque él manda.... porque él cree, CREE, que lo que el cree es lo que es. Tremendo susto se llevará cuando se de cuenta de su error. Le pedí que me argumentara, pero o no quizo o no pudo. Él que se precia de "culto" y de "racional" cayó en el despotismo. Decidí hacer oración por él. Lo necesita muchísimo, yo también, pero él mucho mas que yo. Necesita paz, descanso, equilibrio.

Al final saqué lo de mi página. Le di a entender de una manera bastante clara que no intente interpretarme en base a deducciones pues se había equivocado en la mayoría de sus conclusiones, que afortunadamente no pienso como él (y me refería a en algunas cosas, no en todo pero lo tomó a mal) y que así como yo respeto sus ideas (con una viciosa sonrisa en el rostro) de que nuestra familia es tuerta, coja y turulata él se tiene que hacer a la idea de que tengo mi propio criterio, que si me quiere conocer ha de leerme, que me sometía a su mandato por conveniencia pero que quedara claro que estaba en completo desacuerdo.

Su respuesta a pesar de no haber sido ni directa ni diplomática fue clara: No me interesa. Aquí soy yo quien ejerce el poder y no me hace falta conocerte para controlarte. Sería una respuesta arrancada del enojo? Mirado retrospectivamente ha hecho intentos por conocerme, pero es tan torpe en sus aproximaciones sociales que en vez de generar empatía desencadena reacciones de rechazo por invasión a la privacidad. Perdió en interes? Acaso me parezco tanto a mi mamá que el trato que tenemos él y yo se la recuerda (teoría de mi tío Coquis)?. Me rindo, a pesar de que me siento mejor con el ejercicio catártico de la escritura no me siento menos triste. Ahora pasaré a la terapia ocupacional: arreglar mi cuarto. Con un poquito de suerte aparecen mis llaves.

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