Neko

sábado, agosto 12, 2006

Hoy fui con Tahi al jardín botánico. El lugar es realmente hermoso, lleno de vegetación, luz y paz.
Tomé muchas fotos, disfrútenlas conmigo ok?
Entramos y había muchos letreritos al borde del camino que indicaban el nombre de la planta y el uso medicinal que se les da. Cruzamos un pequeño apancle y vimos pimienta, zapote negro, ceiba, ginko, etc. fue entonces que encontré este arbustito. Sus hojas se parecen a las del perejil y x eso me gustó. A sus lados crecían éstas hojas moteadas de rosa que me gustaron muchísimo. Si tuviera un jardín personal, indudablemente incluiría estas variedades para animar la heterogeneidad del mismoY mientras seguíamos caminando por las empedradas veredas, encontramos flores. Mi natural inclinación por las flores no pudo ser reprimida y comencé a sacarles fotos como loco:

Èste tipo de enredadera la tiene mi abuelita en su casa y me trae gratos recuerdos de la infancia... sólo q yo creía que sólo se da en climas frios-frescos...Luego de no poco caminar, ví desde lejos (afortunadamente me llevé mis lentes) estas gigantescas nopaleras que me impresionaron muy gratamente.A Tahi le gustaron estos troncos. Estábamos de espaldas a un GRAN Amate. Yo quiero un amate en mi jardín. Le voy a construir una cabañita allí donde el tronco se divide en gruesas ramas. Es tan frondoso e imponente que tendrá que ser suficientemente bonita para armonizar con la belleza de este impresionante árbol.Mientras caminábamos me maravilló el contraste que hacían las grecas de unas hojas con los tonos amarillos de las otras y no pude resistir a tomarle fotos. Tristemente salió borrosa y no se aprecia muy bien el efecto.
La peculiaridad con la que nacían y crecían las hojas de ésta planta me hizo recordar a las arañas y me hizo sonreír. Sólo por eso mereció una foto. Un poco antes de que el camino se terminara en un MUY amplio espacio verde, encontré sobre unas hojas un simpático insectito hexápodo escarlata. También mereció una foto.Ya caminando sobre el pasto, vi esta cactácea que se parece tanto a la que tiene mi tío Arnoldo, pero tan grande que me gustó.El acolchado pasto absorbía silenciosamente nuestras pisadas, invitando generosamente a gozar de su textura con una mayor superficie de la piel, a la sombra de un nanche que no distaba mas de 4 metros de la cactácea, nos acostamos a disfrutar de la brisa, el canto de los pájaros y la tranquilidad de un pueblo absorbido por la ciudad, cuyas angostas calles son evitadas por el tráfico vehicular.
No mucho tiempo pasó de que estuvimos así, pues desafortunadamente a las 16:30 cierran éste hermoso espacio y nos tuvimos que retirar mas a la de a huevo que otra cosa, pero en la salida, mientras esperábamos la ruta, los artísticos acabados de un balcón atrajeron mi vista y concluí que valía la pena guardar la imagen no sólo en mi mente, si no también en el celular....
Finalmente regresamos a su depa y subimos a la azotea que estaba bastante fresca. Allí con una hermosa panorámica y el paso de las nubes se nos pasó mas de una hora.

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