Neko

martes, febrero 14, 2006

No me quejo en absoluto, sin embargo no son el tipo de emociones que mas me gusta. Hoy al regresar de la escuela, una cuadra antes del semáforo de la luna fui atropellado. Nada grave, nada serio y las consecuencias fueron sólo un raspón de 1 cm de diámetro el el codo izquierdo y un raspón en la pantorrilla derecha (donde se me clavó el pedal al caer de la bici). Resulta, que va este tipín bajando por plan de ayala, y como clásico imbécil (no debería juzgarlo...) frena un segundo antes de dar la vuelta y sin poner direccional. Justo como se supone que debe ser, yo voy del lado derecho para no estorbar, pero como es bajada voy a la misma velocidad que los coches, así que éste tipo de eventos son el peligro: los imbéciles. Justo me viene a la mente una frase de sabiduría popular que le gustaba mucho a mi abuelito: "morirás en manos de un pendejo".

En fin, además del susto y de los 2 raspones no me pasó nada, al dar la vuelta e intentar pasar por sobre de mi, me embarré en su llanta trasera, pero le valió y se siguió, así que de acuerdo con la 1ª ley de newton (la de la inercia) yo me seguí derecho aún cuando la bici ya no estaba abajo de mí, y luego de un espectacular giro caí y rodé un par de vueltas como solo una auténtica cochinilla lo haría.

Luego de recojer las monedas que se me salieron al haber quedado de cabeza y volver a meter la mochila en la canasta, continué mi camino. Ahora que estoy en casa ameritaría comer... pero no estoy muy convencido a pesar de mis habilidades. Podría preparar picadillo o carne asada o algo, pero todavía no me decido.

No hay comentarios.: