No ha sido un día ni bueno ni malo. En la mañana me levanté a tumbos y me metí a bañar, como casi siempre, entré a mis clases, un tanto aburridas y un tanto cansado, pero cumplí (a diferencia de hoy, que no he entrado a la primera). En cuanto salí me puse a esperar a Luz. Algo me decía que no iba a llegar temprano, así que me dormí/relajé un rato en lo que llegaba. A eso de las 12, como no llegaba me puse a platicar con Dulce, una simpática compañera.
La plática comenzó ligera pero a una pregunta directa y específica no se puede escapar fácilmente y resulta que en ése momento, cuando se lo pregunté, ella decidió contestar la verdad. Es un verdadero acto de valor, pues se requiere mucho coraje para ser uno mismo sin meter máscaras ni escudos a la hora de responder preguntas y al hacerlo, como me ha pasado a mí no pocas veces, desnudó su alma y quedó vulnerable ante mí con su respuesta, temblándole las manos, con mirada nerviosa y una vaga sensación de incomodidad. Realmente me sorprendió al hacerlo, pues no esperaba de ella la verdad, al menos no así.
Ya de allí nos seguimos platicando sobre lo mismo: la soledad, pero ya sin los impactantes efectos iniciales de saberse vulnerable y en peligro ante otra persona. Casualmente (¿o no tanto?) resulta que compartimos esa resistencia ante la soledad, que sólo nos dá el ataque (de soledad) unas 3 o 4 veces al año, en la noche y cuando el día no fue suficientemente interesante, que no tenemos pareja y no andamos buscando, pues no nos incomoda estar como estamos... y en eso dieron las 12:30, hora a la que empieza la clase de foto. Lorena (su maestra la rata) les puso la película de seven y yo me volví a sorprender ante mi maravillosa memoria.
Recordé la mayor parte de las escenas, algunos diálogos y claro, la secuencia de la historia. Esa película la ví en 1º o 2º de secundaria, hace como 10 años en una excursión de biología que hicimos a las lagunas de Zempoala. De regreso, nos la pusieron y allí en el camión la ví, sin mucho interés pues ya en esas épocas no creía mucho en la iglesia y sus designios. Después de varios minutos me aburrí, pues me acordaba bastante bién, así que me fuí y anduve vagando por la escuela, esperando a que llegara Luz. Un rato me metí al centro de cómputo a bajar libros, pero no tenían quemador para que me los llevara y eventualmente se metieron a hacer el aseo, así que nos corrieron y ya no regresé.
Como ya me había aburrido le hablé por teléfono pero no contestaba su celular y me quedé viendo un catálogo de zapatos, admirando la belleza artificial de las modelos mientras Betsabé sacába copias. Volví a llamarle por teléfono y me contestó y a mis débiles reclamaciones contestó con un insulso y despreciable "ay perdón!". Siendo como a la 1:15 decidí irme, tenía prácticamente 2:30 de estarla esperando (sí, esperando, eso significa expectativas, con todo lo bueno y malo que acarrea) y me parecía excesivo que no llegara, no me mandara mensajito y no hubiera contestado el teléfono antes. Vilmente plantado, me sentí de la chingada así que decidí irme. Fuera de la escuela me encontré a Miguel, compañero de diseño gráfico y nos pusimos a emocionarnos con los proyectos de lo que se le puede hacer a un carro, tenía clase y ya lo había retrasado como 20 minutos así que nos despedimos.
Entre la incertidumbre de mis emociones (que no suelen ser tan intensas) y el tirón de hambre en el estómago decidí darle otra oportunidad, y le hablé desde la caseta de los arcos en donde tomo la ruta. Me dijo que casi iba llegando así que decidí volver, ignorando el calor, hambre y deshidratación, pues ya estoy acostumbrado a "faquirear", cuando llegué le envié un mensajito diciéndole que estaba en la cafeta, pero pasaron 20 minutos y no recibí respuesta alguna excepto un inoportuno mensaje de Niche: "sólo los genios somos modestos" a la 1:51. No entiendo bién porqué, pero ésto desencadenó mi enojo así que volví a escribirle otro mensaje insatisfecho: "no me vuelvas a plantar!".
Tomé la 17 para no tener que caminar hasta el mercado y no recuerdo haber sentido nada mientras caminaba de las bombas a mi casa excepto malestar generalizado. Al llegar encontré a Mariana en la cocina, tomé 4 vasos de agua y me sirvió la sopa y sólo después de haber saciado parcialmente mis necesidades físicas, le hablé a papá. Eran las 3:15 y todavía no llegaba pero me dijo que ya iba saliendo.
Curiosamente le dió gusto que nos hubiéramos adelantado con la sopa, ¿acaso un vago sentimiento de culpabilidad de hacernos esperar con hambre sin avisarnos?, quien sabe, pero todos juntos comimos el guisado, y yo lo acompané junto con 4 vasos mas de agua. Al terminar, comencé a juntar las cosas, platos, vasos, cazuelas, cubiertos, utensilios usados para cocinar y preparar, etc. Y cuando acabé, papá todavía no terminaba de lavar los platos, así que metí una carga de ropa a lavar. No me iba a dar tiempo de ponerle el suavitel, así que le apagué al ciclo de exprimido para que regresando pudiera lograr un agradable aroma en mi ropa.
Antes de que se fueran decidí ir a compunet (cybercafé) para solventar el problema de los libros. Desconecté mi compu y la metí al carro. Magnolia (la secretaria de papá) me dió un rait allá con mi tío. Bajé algo así como 80 megas, en libros fueron como 100, así que ya tengo material para leer durante todo este año y probablemente buena parte del que sigue (si en 2 semanas me leí como 8 megas.... pero no siempre leo tanto ni tan rápido). Ojalá encuentre de Asimov, me encanta, es excelente. Mientras ya tengo a muchos autores: Virgilio, Homero, Nietche, Fromm, Dostoyevzki, Tolstoi, Defoe, Ziemermann, etc.
Mi tío está cerrando el café mas tarde que antes, ahora a las 9:30 en lugar de las 8, así que cuando regresé a casa eran las 10. Me dió mucho coraje que me cerraran el candado de la puerta si sabían que no había llegado y que además no traía llaves. Toqué la campana y pasaron como 2 minutos, así que como no había señales de vida, volví a tocar. Pasaron como otros 3 minutos y salió Mariana por su ventana, preguntándome si ya me habían abierto (vaya pregunta estúpida! {la pregunta, no ella aunque...}) . Como a los 2 minutos, salió Paty y me abrió. La saludé pero no me contestó, y cuando abrió el candado y le dí las gracias tampoco contestó.... lo cual me enojó aún mas, pues se tardaron lo que quisieron en abrirme. No había cenado, aunque me había comido una torta cuando estaba con mi tío, así que revisé el refri y la panera. No había nada que cenar, tal vez unos huevos o una ensalada de lechuga con mango, pero ninguna de las 2 opciones se me antojó, así que me retiré. Me sentía sucio y me dí una enjuagada de 10 minutos, y ya fresco, me dieron ganas de re-mejorar el día, así que le intenté hablar a Cielo, pero me contestó su mamá que ya estaba dormida. Viendo que mis intentos habían fracasado, le intenté hablar a Luz, para ver si podíamos continuar la inconclusa conversación de ayer, pero estaba ocupado, así que me tuve que resignar. Ya es algo tarde, no creo que deba llamar a estas horas a mi Mamá que cumple años hoy. Me acordé varias veces, pero no la quiero despertar.
martes, abril 12, 2005
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