Nuevas fotos de Playa Ventura

Hoy recibí unas fotos del viaje de Diana Huerta, la chica con la que estuve una buena parte del tiempo que estuve en la playa.
Acabo de regresar del cine con mariana. Vimos Taxi. Estuvo divertida. La actriz principal me recuerda muchísimo a Keke. La sonrisa, la manera de moverse, la nariz, muchos gestos, bueno, el fenotipo en general. Cuando llegamos a casa nos dimos cuenta de que papá no está aquí. Probablemente esté con mi tía. Mariana estuvo a punto de llamarle para saber que onda con él, pero la pude contener, las personas necesitamos una intimidad que la facilidad de comunicación (celular) nos arrebata. Cuando entré a mi cuarto me dí cuenta de que me apagaron el no-break. Me choca! Para empezar, porqué entraron a mi cuarto, yo se que es casi del dominio común, pero en vez de apagar la compu como se debe, tan solo apagaron mi fuente de energía. Grrr. Cuando haga el cambio de cuarto con papá dentro de algunas semanas eso cambiará drásticamente. Para empezar el closet será completa y absolutamente movido de allí. Yo para que fregados quiero un closet tan grande? Comenzarán no solo a almacenar cosas ajenas en mi cuarto, si no a querer accesarlas sin pedir permiso para pasar. También dejará de ser el lugar a donde se lleva la ropa para planchar y donde se plancha y dobla y la tele no podrá estar allí. Ahora que lo recuerdo, tengo que encontrar los planos de la casa. Se los prometí a mi tío Coquis y todavía no los busco, buena parte de las modificaciones se harán a través de ellos.
Guácalas! Trabajé en el taller y cuando llegué a casa no me bañé, sólo me lavé. Me siento de lo mas sucio y repugnante, aunque se que no huelo mal ni me veo mugroso. Es una de las desventajas de estar limpio todo el tiempo: se vuelve costumbre. No estoy acostumbrado a sentir polvo en mi cabello, las manos acartonadas, el rostro sucio. Por supuesto, ya me lavé pero eso no parece ser suficiente para apaciguar a mi psique respecto de la sensación de limpieza. Ya nimodo, me dormiré así, arruinando (que exagerado) mis sábanas limpias, pues de otro modo tendría que bajar a encender el decrépito boiler, esperar a que caliente, entrar, esperar a que el agua caliente el tubo y luego, después de como media hora de esperas, bañarme. El esfuerzo y fatiga producido por todo esto es mayor que el alivio que podría obtener, así que me ahorraré los trámites y sencillamente me deslizaré entre las sábanas con mi habitual pijama: playera y chones. Tres capas de cobijas esperan bajo mi (estoy en la cama escribiendo en la compu con mi dispositivo computológico ultra-hueva) y para cuando me instale a tan solo un par de centímetros bajo el nivel en el que actualmente estoy, mi recinto estará agradablemente cálido. Ya me he terminado los chocolatitos rellenos que recibí de navidad. Me encantaron! Sobre todo para interrumpir la concentración de la lectura y obtener el delirante placer de lo dulce. Si tan sólo existieran los chocolates rellenos de lechera.... Uff!! no me imagino leyendo algo muy emocionante, estilo Asimov, Brown, Wallace, o lo que sea, interrumpido por un bocado de éste esquisito, satisfactorio y desconocido postre, justo en el borde de lo empalagoso pero sin llegar a serlo, con la medida de dulzura necesaria para hacérte cerrar los ojos en un éxtasis de sabor que se disuelve lentamente al calentarse sobre tu lengua, con un tamaño casi pequeño para hacerte ansiar más antes de terminarlo pero con un sabor duradero que puede impedir la inmediata concentración en cualquier asunto inmediato. Finamente envuelto en celofán o burdamente empaquetado a granel pero con el poder suficiente para hacérte enrollar las orejas en anticipación como el conejo nesquick. Ya estoy delirando, mejor me retiro a dormir... 12:15
Me cortaron el teléfono, tendré que ir a con mi tío para enviar esto y otras cosas.