Neko

sábado, diciembre 18, 2004

Segundo día

5:15 am paso morelos

Tiene al menos una hora que desperté. Los ronquidos sincronizados me han despertado a pesar de estar calientito. No se donde pondré mi ropa sucia, ahora que traigo muchos cambios. Parece que les han caído mal los que se subieron al camión durante mucho tiempo, escuché a alex hablar con miguel al respecto, despreciando a las personas que lo hicimos. Mejor me pongo a juntar las cosas, tengo como media hora para levantar todo y subirlo al camión. Ayer me comí unas galletas y un jugo, me parece algo deficiente, hoy sólo llevo el jugo.

No he sido el mas rápido, pero al menos no soy el último ni estoy cerca de haberlo sido. No saqué muchas cosas de las mochilas, creo que mas bien lo que me retrasó para levantar mi tienda fue la lentitud con la que lo hice. Todavía me preocupaba el desayuno cuando estaba en eso, pero me ha dado tiempo bastante bien, de hecho hasta me sobró.

Fuera de la fondita donde casi todos desayunaron, vi a las "chicas" sentadas en los escalones. Fue allí cuando me sentí mas fuera de lugar hasta ahora, pues como no conocía a casi nadie, solo me podía aproximar a las conversaciones y escuchar... Conocí a paulino, alias pitirijas, trovador de la canción de "la iguana". Es maestro en ciencias de la unam, fue al concurso de matemáticas internacional celebrado en centroamérica hace como 10 años... Está bien denso, es el matemático loco y desmadroso que suele ser el científico loco... Es buen pex, dice que es maestro de matemáticas en una escuela de topilejo.
En los escalones, estaban Diana, Adriana y Marisol en un grupito, aparentemente apiladas para protegerse del frío, pero algo mas me dice que probablemente se sientan tan solas y extrañas como yo. Ni siquiera hablan entre ellas. A la orilla izquierda está Diana, sonriente pero silenciosa, en medio Adriana, con una adormilada y enigmática mirada, sus ojos castaños un poco perdidos en los recuerdos, lanzando miradas al vacío de vez en cuando. Ella me llama la atención, con su casco morado con espéculo y sus lentes cuadraditos, su blanca piel y su indecifrable mirada no puedo evitar darme cuanta de que es "especial" o mejor dicho, alguien fuera de lo común. Marisol parece mas bien adormilada, como una iguana en el frío sol matinal.

CHILPO
Ya es de noche, ignoro que hora es, aunque supongo que alrededor de las 10.
Llegó Yamel y cuando le estaba hablando, Anchoa habló al mismo tiempo, y entonces me dió prioridad a mí. Eso se siente muy bien, me gustaría lograrlo mas seguido. Ayer que estaba terminando de hacer mi maleta hubo dos grandes churros: tenía las uñas largas y no encontraba el cortauñas, y cuando fuí por el casco que me prestó ady lo encontré incrustado en uno de los agujeros de ventilación, así que pude solucionar ése problema que tenía tantos días pendiente, el otro gran churro fué que cuando estaba juntando los enseres de aseo personal, fuí por el papel de baño habiendo pensado en llevar un rastrillo nuevo y sospechando que no iba a haber, y cuando abrí la puertita del closet del papel, me encontré mi gillette mach 3 desaparecido hace varios meses. Me sorprendí muchísimo, pues lo necesitaba y apareció, y además de todos los rastrillos que hay en la casa, incluídos los nuevos es el que mas filo tiene.
Estoy dentro de mi tienda, escribiendo casi sin luz, pues el mas cercano foco está al menos a 7 metros de mi tienda, Solo alcanzo a ver las áreas en donde ya escribí y las que no.
Me volaron las pilas que compré en la caseta de paso morelos para sacar fotos. Cuando llegué me quité el jersey, casco, lentes, guantes, etc y los puse junto a la bici que me estaba apartando el lugar, y junto con el jersey salieron las pilas. Me fuí a platicar un rato con Chucho y Adri sobre los comerciales, y la pasé muy bien, tanto que se me olvidó lo de las pilas, como una hora después, cuando me acordé y fuí a investigar apresuradamente, se me ovidó mi paliacate negro en la bardita. Las pilas ya no estaban así que me tuve que resignar.
Unas personas nos trajeron el clásico "toronjil" y semitas para cenar. Como no parecía que fueran a comenzar a repartirlo pronto aproveché el tiempo para bañarme con el escalofiante agua de las regaderas y en cuanto salí, el cálido toronjil me ayudó a olvidar el frío.

Hoy dos personas me preguntaron que qué estudio debido a mi manera de expresarme y explicar las cosas, uno de ellos fué cantinflitas, que se sorprendió al quererme cotorrear, pues tenía la parte superior del pants humedecida y él decía que me oriné, a lo que le contesté "¿desde cuando la gravedad es hacia arriba?" lo que le soprendió, pues según él, la mayoría habría dicho una "mamada" como "es que la tengo muy grande" o algo por el estilo.
Las ponchaduras han sido un delirio, 5 el día de hoy. En la quinta el buen Valentín me ha prestado otra llanta pues parece cuestión de suerte... Las primeras 3 antes de que dieran las 12. En la tercera me desmoralicé, pero unos pocos minutos arriba de la camioneta me hicieron ponerme a pensar que a lo que vine es a rodar y a echar relajo, no a aplatanarme en la batea de una pick-up, así que en cuanto pude me bajé y seguí rodando hasta la siguiente ponchadura, que no fue mucho tiempo después, como hora y media. En la cuarta decidí comprarle una cámara nueva a Vale, le dije que le pagaba estando en Chilpo pues tenía la cartera en la maleta. Esta vez no me tocó en una bajadita pues ya me las había perdido casi todas por las ponchaduras, mas bien fue en un plano antes de una gran subida. Cuando llegué al área de descanso fue cuando fuí con vale para poder seguír rodando y después de los columpios antes de la gran subida de Chilpo, en la 5º ponchadura el buen Vale me prestó una llanta completa, con rin y todo. Era roja y la bicicleta se veía rara no por el tamaño, que casualmente era el mismo que el de la original, si no porque el rojo no combina con el azul. Con esa llanta llegué a Chilpo, la gran gasera-gasolinería amarilla esperándonos inmediatamente después de la ultraperra subida. Ése último tramo lo hice con "pau", quien estaba a punto de reventar. Estuvimos algo de tiempo esperando a que llegaran todos los que faltaban, aunque en total, dificilmente llegó a la media hora.

Iba a ir a comer con Lino y Sasha debido a que el torton no llegaba pues se había perdido. Lino me prestaría dinero para comer con ellos, pero por alguna razón, se rajaron a la mera hora. El camión no tardó demasiado en llegar y cuando pude disponer de unos pocos alimentos en cuanto tuve acceso a mis mochilas se me quitó el hambre. Fue después del toronjil que me comí dos molletes con queso amarillo y me metí a mi tienda.

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