Neko

domingo, marzo 05, 2006

Los detalles

Ahora sí, vienen los detalles que no sabía hasta que fui.
Resulta que andaban todos ellos en el carnaval de tepoztlán, y eventualmente, a alguna hora en la noche decidieron regresarse a cuerna, pero la carretera federal estaba cerrada por alguna razón, así que tomaron la de cuota. La sección de carretera (de cuota) que conecta a tepoz con cuerna, entronca en la carretera méxico-cuernavaca, y hasta que entronca es pura subida, por lo que no se puede ir rápido... y en cuanto termina la subida comienza la bajada, y es bien sabido que de bajada hasta las calabazas ruedan. El asunto es que en cuanto comenzó la bajada le metieron mucho. Iban en el Jetta a4 de aurelio, y de acuerdo a los peritajes iban a mas de 180 km/h. Memo y marina iban atrás en la moto y los demás iban en otro carro, todos ellos a una distancia detrás de los del jetta y dicen que escucharon un chillar de llantas, un golpe y luego unos gritos. Por supuesto, se asustaron terriblemente y cuando llegaron a la escena del accidente encontraron el carro partido en 2 (como cuando en las películas un barco se parte a la mitad antes de hundirse), la mitad trasera arriba de un arbol, y la delantera un poco mas allá. Una llanta se arrancó, el cofre se perdió, el tablero salió volando, los asientos, el volante y el motor se desprendieron de su lugar... solo una persona llevaba cinturón de seguridad e iba atrás. Él pudo agarrar a su compañero de al lado y los dos quedaron en el mismo pedazo de carro, pero los de adelante, al no traerlo puesto y al haberse arrancado los asientos, salieron disparados.
Cuando los compañeros que no iban en el carro llegaron, ayudaron a bajar a los otros, pero luego de unos minutos de caminar y caminar, no encontraban a poncho, hasta que caminaron mas allá de lo que esperaban, unos 30 o 40 metros y lo encontraron tirado boca abajo a la orilla del camino, respirando de una manera peculiar.
Confirmando las ironías de la vida, aurelio quien iba manejando quedó ileso, tirado por allí, pero sin grandes raspones y mallugaduras, poncho en cambio, que iba de copiloto, salió a través del parabrisas y se separó fatalmente de los demás.
A los pocos minutos llegó una ambulancia... pero no era para ellos, sólo pasaba por allí. Aún así, la pararon y resulta que ya iba ocupada por alguien, pero convencieron a los paramédicos que la controlaban de que se llevaran con ellos al buen poncho. Después de otros minutos llegó la ambulancia que sí era para ellos y los demás se fueron en ella. Llegaron al seguro social y (siendo el mundo tan pequeño) los atendió la hermana de sergio sedano (otro compañero del salón). La mayor parte de ellos sin lesiones proporcionales a la magnitud del accidente. Müler con una lesión en el pie, que le suturaron, Aurelio en shock, el otro con algunas contusiones, el cuello luxado y el brazo lastimado. Poncho en cambio sí estaba mal, sus respuestas a la hora de la evaluación no eran lo que se hubiera deseado y lo trasladaron al hospital morelos. Allí, poco mas de 12 horas después del accidente entró en coma y antes de las 7 de la noche murió a consecuencia de un paro cardíaco fulminante que lo sacó momentos antes del coma producido por el derrame cerebral.
Sumamente afectados, sus compañeros de juerga no podían creer lo que estaba sucediendo.
El velorio (sepelio) fue el jueves, en la cabaña que estaba construyendo con su familia en la colonia palo grande, un lugar bastante alejado de la civilización. Me puse de acuerdo con Sergio Sedano para irme con él y llegué a la escuela a las 10 de la mañana aproximadamente, pero el director académico (que se iba a ir con nosotros) estaba algo ocupado, y los otros compañeros que habían ido a comprar flores y coronas (arreglos florales con forma de dona) tardaban mucho en llegar. Salimos después de las 12, y llegamos en la tarde al lugar, en donde le rezaban rosarios y le cantaban de tanto en tanto. Nosotros los acompañamos algunas horas y nos retiramos a las 6 de la tarde para regresamos a cuerna no muy noche. Yo llegué a casa sintiéndome algo afectado por ver a mis compañeras de la escuela llorando.
Hablé por teléfono con Sergio, quien me dijo que no iría al entierro, así que me puse de acuerdo con Alejandro y con Aldo y le pedí el carro prestado a mi papá.
Al día siguiente, el viernes, fue el entierro. Había acordado pasar por Aldo a la gasolinera de mi colonia y luego por Alex a zacatepec (queda mas cerca de aquellos rumbos). En casa de Alex desayunamos huevos, leche y carne de hamburguesa y partimos como a las 9 para llegar, pues desconocíamos el camino (aún habiendo ido el día anterior). Luego de mucho preguntar y dar vueltas, llegamos, aún estaban en misa. No duró mucho y la gente comenzó a salir en una fila desordenada, y en cuanto tuvimos acceso entramos para sacar las flores y ponerlas en la camioneta que las llevaría al cementerio. El ataúd estaba abierto, pero no volteé a ver.
Luego de una indecisa espera, varios carros fueron acomodados en el innecesariamente estrecho callejón para que pudiera entrar la carroza fúnebre. De allí el desfile fue cuesta abajo, no muy lejos de donde comienza la subida al cerro y la mayoría nos fuimos a pie.
Ya allí, comenzaron las maniobras para bajar la caja del carro al foso y varias personas tomaron emotivamente la palabra, uno de ellos, el güero Avilés. Cuando todo estaba listo para concluir el entierro, faltaba el albañil que sellaría la fosa con cemento, y como tardaba mucho en llegar, el mismísimo güero comenzó a dirigir la preparación de la mezcla y la distribución del material (lo intentaron ignorar y pusieron las lápidas sin cemento, y obviamente luego hubo que quitarlas para ponérselo debido a la reglamentación federal). En eso llegó el especialista con aire oficioso y terminó lo que ya iba a mas de la mitad y comenzaron a palear. Allí, toda la congregación sudando y tatemándose bajo el rayo del sol aguardó con paciencia y al acompañamiento de los sollosos de no pocas mujeres. Fue un proceso largo y cansado: 2 horas desde que habíamos llegado al panteón.
No llegué a casa de muy buen humor, pero creo que se debía mas a la insolación que a cualquier otro factor.
Continuará...

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