Historia de un amor. Cuarta parte
Estaba yo en mi tienda, que por cierto, no me quedaba muy a mi medida y me terminé durmiendo con la cabeza a medio salir de la puerta, y como no tenía mucho tiempo que me había dormido, y como tampoco estoy acostumbrado a dormirme tan temprano, pues no tuve dificultades para despertarme en cuanto oí un ruido a mi derecha (estaba tendido en posición supina), el ruido de un cierre seguido de unos sospechosos clicks... como no había descansado muy bien a lo largo de la jornada anterior, me costó algo de trabajo orientarme en donde estaba y que hora era, pero casi inmediatamente al abrir los ojos supe que el ruido a mi derecha había sido ella, no tuve que esperar mucho para q saliera de su tienda.
En cuanto lo hizo, me vió con los ojos abiertos y se disculpó por haberme despertado (y ahora q lo pienso, si hubiera deseado evitar despertarme, no habría hecho tanto ruido, x lo tanto, lo q quería era despertarme, o al menos intentarlo), me dijo q estaba buscando su lámpara para ir a caminar, pero q x alguna extraña razón, las pilas no funcionaban, así q se tendría q resignar a dejarla y me invitó a ir con ella. Acepté, después de todo ella me gustaba y no iba a dejar pasar una oportunidad-invitación de estar con ella. En el camino nos fuimos platicando, o + bien ella hablando y yo escuchando, y me dijo cosas de su familia, su pasado reciente, sus ocupaciones, anécdotas relevantes de su pasado no tan reciente, etc.
Tengo una “habilidad” algo inusual: empatía, la capacidad de percibir los sentimientos y emociones de otra persona, incluso hasta poderlos sentir tan claramente como propios.... pues el caso es que a lo largo de la caminada en la playa, me di cuenta de que esta linda mujer necesitaba amor, pues estaba muy herida. No pasó mucho tiempo de q llegué a esta conclusión cuando me platicó q había tronado con su prometido (Atención: no dije novio, dije prometido) y que ya habían estado pensando casarse y hasta habían llegado a un común acuerdo en la fecha de la boda, pero q en una de esas “querellas” tan habituales en las parejas comunes, el la había botado como si ella fuera un celular viejo y oxidado.
Bueno, bueno, me podría extender muchísimo mas de lo necesario, pero como no es necesario, al menos en este punto, lo dejaré en eso. Regresando al tema, allí comenzó todo un problema en su vida, pues la mayor parte de las personas tienen sus ideas acerca de casarse, tener hijitos y una familia feliz, etc, etc., y ella, pues no es diferente al resto de los humanos... tenía, y tiene espero sinceramente, la esperanza de hacer todo esto y ya lo veía muy cercano cuando sus planes se derrumbaron, y decidió ir al viaje a playa ventura para pensar y darse un tiempo, pero en el camino pensó q se podría dar un “pequeño lujo” así q comenzó a hacer todas esas pequeñas señales q no son declaradamente explícitas pero si son bastante entendibles aunque sea a nivel subconsciente de que estaba “libre”, así q muchos tipos comenzaron a “perrearle”, pero al final, ignoro x q razones me escogió a mi(algunos me confunden como serio, pero + bien soy formal y respetuoso, y acerca de lo respetuoso, si no suelo mirar los escotes en las mujeres -y no es q sea puñal, sino q lo tomo como una cuestión de respeto-, ¿ando x allí echándole el can a quien se deje? (o a quien no se deje en su defecto) Pues no. Lo puedo afirmar con todo el aplomo de quien habla con la verdad )
Y bueno, regresando al tiempo y al lugar, ya teníamos como 2 horas caminando o mas, pues mis piernas estaban comenzando a sentirse cansadas y mira que pedalear entre 6 y 10 horas diarias x 4 días no te deja con poca condición física....
Pues el caso es q nos sentamos a seguir platicando. El tiempo seguía pasando y terminamos recostándonos en la arena, viendo las estrellas, q se ven particularmente bien cuando estás enamorado, en la playa y junto a la chica q te gusta.... bien, pues para esto, ya eran como las 12, aunque en realidad no llevaba reloj, es mas o menos la hora q calculo, y a los pocos minutos de estar así, inmóvil, perdí el calor q mi cuerpo había generado con la caminata ante la fresca brisa nocturna, comencé a temblar, y al darse cuenta, ella sugirió q regresáramos al campamento x algo con q abrigarnos pues después de todo ibamos bastante primaverales: ella con una blusa y una lycra y yo con una playera y unos boxers (acostumbro usar chones debajo de los boxers), pero le dije q estaba muy cómodo allí con ella, q no quería regresar, q me lo estaba pasando muy bien, a lo q ella pareció sentirse satisfecha, sin embargo, como yo seguía temblando de frío (era invierno, después de todo) decidió cobijarme personalmente (o sea se, cobijita humana, se acostó encima mío).
Solo una vez en mi vida me había pasado eso, y fue con mi querida Sam, aunque las circunstancias eran bastante diferentes, de hecho, si menciono la resbaladilla en donde sucedió y traigo a la memoria el pequeño pero importantísimo dato d q ella era (y probablemente sigue siendo) cristiana... nada q ver, de hecho... pero bueno, me volví a alejar del tema, el caso es que la tenía acostada sobre mí, su suave, cálido y terso cuerpo en completo contacto con el mío, haciéndome consciente de cuán agradable el contacto humano es, y junto con las estrellas ante mis ojos y el sonido de las olas pronto quedé como drogado (aún sigo sin comprender porque la gente rehuye tanto del contacto humano si es tan cálido y agradable).
Eran demasiados estímulos sensoriales al mismo tiempo: Vista, oído, olfato, tacto y encima de todo, las emociones q me tenían ligeramente paralizado. Sólo faltaba el sentido del gusto y no pasó mucho tiempo antes de q también participara.... pero me estoy adelantando. Allí estaba yo, acostado a unos pocos metros de las olas, con una hermosa mujer encima de mi, y paralizado por la sobredosis de información, y no era solo mi cuerpo, también mi mente se rehusaba a funcionar a la velocidad normal, todo fluía plácida y lentamente en una inusual mezcolanza de emociones, pensamientos y sensaciones, como un pequeño y feliz apancle.
No pasó mucho tiempo así, tal vez unos 2 o 3 minutos, pues esto no había sino comenzado. En cuanto la realidad comenzaba a “hundirse” en mi mente, ella empezó a moverse encima de mi, pero sin levantarse. Pasaron por mi mente muchísimas cosas, inicialmente pensé q probablemente estaba incómoda y q estaba buscando una forma en la q ella pudiera sentirse confortable sobre de mi, que estaba jugando, etc. pero pronto tuve q desechar esas ideas puesto q después de lo q consideré varios intentos me di cuenta q no había cambiado su posición gran cosa y no parecía pretender hacerlo.
Su forma de moverse me recordaba a una serpiente pues parecía deslizarse sobre mi, aunque sin avanzar propiamente. Pronto mi cuerpo tomó conciencia del de ella y comenzó a reaccionar, aunque me di cuenta a tiempo y lo impedí, bloqueando cualquier respuesta q yo consideré “inadecuada”. Tampoco pasó mucho tiempo antes de me hiciera una idea de q es lo q ella estaba haciendo realmente, o mejor dicho intentando, pues yo no estaba correspondiendo. Cuando se dio cuenta de que sus intentos no resultaban como ella hubiera esperado, dejó de hacerlo tan continuamente, pero se seguía moviendo de cuando en cuando, una o dos veces por minuto. Entonces le pregunté q es lo q estaba haciendo, pero no me respondió.
La única vez anterior en que había tenido q bloquear mis respuestas físicas, hablar me había resultado bien, así q decidí intentarlo nuevamente, y le dije claramente q es lo q estaba pasando x mi mente (respeto).
A ella pareció divertirle lo q estaba diciendo, pero me contestó q no me preocupara ni me molestara x eso, q a ella no le importaba en absoluto, so i decided to unleash my body’s lock, ‘cause it was easier to have one thing less in my mind at that moment. Whithout anything preventing nothing, quite the contrary, it became evident what I had been represing soon enough, yet, as it wasn’t something I would care any more, I got it outta my head.
Aunque podría abundar un poco... bueno, de hecho bastante ... acerca del funcionamiento orgánigo y sus relaciones psico-emocionales, no lo haré, continuaré en donde me quedé. Una vez la voluntad fue retirada de mi mente y como en realidad nunca había estado en una situación como esa (y a decir verdad, keke no cuenta a ese respecto [físico me refiero, yo estaba muy “inocente”.... ok, ok, bruto a decir verdad, para entender en aquel momento q es lo q me intentaba decir con sus acciones] ) no tenía una idea de q era lo q estaba haciendo, ni de las expectativas q ella tenía en mi, así q decidí seguirle la corriente, imitarla, moverme igual q ella, y así resultó algo sobre lo q prefiero no abundar.
Si he de ser completamente honesto, debo añadir q después de un rato (tal vez media hora o ¾), no pudimos continuar.. because of me!. Estaba tan confundido! ¡Cómo q todo terminó x mi culpa! Cómo q no podía +! [yo] y x cierto, añadiendo un poco de claridad, no me refiero precisamente a energía o cansancio, sino + bien a q quedé temporalmente “deshabilitado”. Por mas q le daba vueltas ¡no lo podía entender!, ¡Ésa era la situación ideal, no había duda! ¿cómo era posible q yo, YO... o bueno, no precisamente yo, si no + bien mi cuerpo.... no estuviera obedeciendo mis deseos? No pude encontrar ninguna solución, así q tuve q rendirme, después de todo, no era pensar lo q tenía en mente, sino seguir como había estado anteriormente.
Total, después de lo q fueron como otros 5 minutos, ella también cedió. No me pareció raro en ese momento, pero retrospectivamente me doy cuenta q debió haberse dado cuenta ella también de la conclusión a la q había yo llegado, y así, quedamos nuevamente en calma, como al principio y nos quedamos dormidos.
En cuanto ella se movió yo me desperté eran como a las 3 o 4 de la mañana, la temperatura había comenzado a bajar de manera verdaderamente drástica, si a las 12 hacía fresco, a las 4 ciertamente se necesitaba un suéter o chamarra para mantener una temperatura confortable, y nosotros estábamos allí, completamente primaverales, a unos pocos metros de la playa y completamente expuestos a la brisa marina.... brrrr.
Con un ánimo amodorrado y sin verdaderas ganas de dejar nuestro cómodo agujerito en la arena partimos al campamento inicialmente con calma, con la calma de alguien que no quiere llegar a su destino, pero finalmente la misma causa q nos despertó terminó acuciando el paso de nuestra caminata.
Cuando llegamos al campamento, hubo una extraña situación: Ella tenía tienda y yo también, y apenas veníamos de estar juntos... así q sentí q debía invitarla a dormir [literalmente, por supuesto] a mi tienda, pero la sola idea me hacía nudos los intestinos primero, y luego los convertía en gel, así q no me atreví a hacerlo y terminamos icómodamente despidiéndonos el uno del otro frente a nuestras tiendas.
El día siguiente no tardó en llegar, el sol anunciando la esperanza de un nuevo día con la dorada caricia del amanecer, aunque esto no fue realmente lo q nos motivó a levantarnos, pues ése día era el último en la playa, y había q levantar el campamento, recoger las ahora desperdigadas pertenencias y basura, etc. Total, mi “equipo” de lazarenos no fue muy bueno para organizarse, pues unos habían dormido en hamacas, otros al aire libre, etc. y para cuando comenzamos a desarmar las tiendas, ella ya se había desinstalado e ido.
Después de lo q fue una exhaustiva jornada de espera, desmontaje y paciencia, acabamos de juntar nuestras mochilas nuevamente organizadas como entre 10 y 11 de la mañana, dirigiéndonos directamente a desayunar a la fonda: Chilaquiles con huevo, frijolillos, etc. Estuvo muy bien el festín, y para cuando terminamos el camión debía estar llegando, eso de acuerdo, claro, con la agenda oficial, aunque uno nunca puede fiarse de cosas así, ahora lo sé.
El méndigo camión terminó llegando como a las 4 de la tarde, y ninguno de todos los de la expedición había comido pues pensábamos q el camión no tardaría en llegar, así q en cuanto llegó, con un inusual pero característico malhumor causado por el hambre, todos subimos las cosas a las “cajuelas”. Las bicicletas en un Troton, las mochilas en el camión de pasajeros y en eso me encontraba encargado yo, pues los de+ estaban cuidando de sus “hijas” (las bicicletas, los muy fanáticos) agachado en cuclillas acomodando los estorbosos bultos y pensando en pedirle q se sentara conmigo cuando unas pequeñas manos me cubrieron los ojos y una familiar voz me dijo al oído “¿Me harías el honor de sentarte conmigo?”
Chín! Me ganó! Pensé al instante, aunque estaba bastante contento d q al fin y al cabo sucedería justo como yo quería.
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