Acabo de regresar del cine. Fui a ver la película que Tahi me recomendó. No estuvo mala, pero para mi estado de ánimo fue demasiado cursi, me empalagó contradictoriamente al hecho de que em comí un chocolate con un refresco (y luego el refresco me supo desabrido).
Probablemente tenga mucho que ver el hecho de que me encontré a Eunice en la entrada y curiosamente (vaya que el mundo es pequeño!) iban a la misma película que nosotros.
En fin, el chistecito salió en $200 que me supieron muy bien.